viernes, 25 de mayo de 2012

La Copa del Elefante

Estadio Vicente Calderón
Por fin llegó el momento y esta noche Athletic Club y FB Barcelona jugarán por ver quien expone entre sus trofeos una más de la elegante copa que distingue al ganador del Campeonato de España. Cuando ruede el balón en el siempre acogedor Estadio Vicente Calderón ya habrá llegado la primera polémica de la noche. No se tratará de una entrada de Piqué sobre Llorente. No será una caída en el área de Leo Messi. La polémica versará en torno a la maleducada traducción de las supuestas aspiraciones separatistas de las aficiones de uno y otro equipo y en la politización de algo que no debía ser más que una fiesta deportiva.

El Cholo posa con la Copa del Rey
Las aficiones de FB Barcelona y Athletic Club siempre han presumido de entendidas. Que si se aplaude al rival, que si van familias enteras, que si los radicales son sólo unos pocos. Esa es la leyenda urbana. Nada más lejos de la realidad. Tan solo hay que repasar algunas actuaciones de esas aficiones en la última década para comprobarlo. Cabezas de cerdo y quema de banderas incluídas. Desde luego, continúa habiendo ese público entendido y familiar, ese que hizo que hizo grandes las aficiones del Nou Camp y San Mamés, pero ahora está arrinconado, relegado por aquel que condiciona su apoyo a una idea política y utiliza la violencia, aunque sea sonora, para ofender al resto de España y muchos de sus propios aficionados. Porque recordemos que los aficionados de FC Barcelona y Athletic Club no se limitan a la provincias de Barcelona o Vizcaya, o a Cataluña o Vascongadas. Hay aficionados de uno y otro equipo que soportan la vergüenza de la ideología excluyente de Athletic Club o el "Más que un club" del Barça.

Paolo Futre, ante el Rey y la Reina
Yo lo tengo claro. Dejando claro que no comparto la suspensión del partido que propugnaba Esperanza Aguirre si es que se pita el Himno Nacional, si estoy de acuerdo con la presidenta de Madrid en que a nadie se le obliga a participar en una competición que lleva el nombre del Jefe del Estado y cuya final tiene esa liturgia anualmente: se aplaude al Rey (o al Príncipe de Asturias como en este caso), se escucha el Himno y se juega. Creo que mejor que esa suspensión sería una clara advertencia por megafonía antes de la ejecución del Himno: "Si el Himno Nacional no se puede escuchar claramente 'por cualquier causa' será repetido hasta que se consiga ese objetivo". Supongo que la primera vez se pitará, a lo mejor incluso con más fuerza después de ese anuncio. Las cinco primeras veces puede que también. Pero cuando ya llevemos media hora seguro que alguno de los maleducados aficionados de uno u otro equipo comenzará a mirar el reloj y a sentirse preocupado. Evidentemente, cuando llegue la medianocha, si no ha comenzado el encuentro, a más de uno le empezarán a entrar las dudas. Ya mañana sábado por la mañana a lo mejor se puede comenzar el partido... o por la tarde... o el lunes. No importa, el himno se escuchará y no creo que vuelvan a intentar boicotearlo.

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