miércoles, 21 de marzo de 2012

Recuerdo a Pablo Julio en la Revista de la Hdad. de la Soledad

El 10 de Diciembre del pasado año se marchaba, tras una grave enfermedad, uno de nuestros hermanos. Pablo Julio Martínez era un joven pacense de 30 años, creyente, enamorado de su ciudad y participante activo de cuantas actividades tenían lugar en ella. Pablo era conocido, sobre todo, por su labor en el Carnaval de Badajoz al frente de la Murga La Caidita. Pero Pablo también guardaba un lugar en su corazón para la devoción hacia nuestra Madre la Virgen de la Soledad. Hermano desde la más tierna edad, no perdía oportunidad de acompañar a la Patrona de Badajoz tanto el Jueves Santo como el Viernes Santo. Vibraba con el esfuerzo de los hemanos costaleros al sacar su imagen de la Ermita. Sentía su corazón henchirse de gozo al llegar a la Santa Iglesia Catedral. Mantenía en la retina durante todo el año las inumerables estampas que nos brinda la Señora en su paso por nuestro Casco Antiguo. Y para Pablo era muy importante unir su oración a la del resto de hermanos convirtiendo en paradoja de fe la procesión de la Soledad, sin adorno alguno pero nunca sola, al contrario acompañada de tantos fieles.
Quizás esta faceta no fuera demasiado conocida por los que se acercaron al Pablo Julio murguero. El amor por su ciudad y sus creencias cristianas se traducían en compromiso y devoción también con la Semana Santa y con la Hermandad de la Soledad. "Que viva Badajoz, que viva Badajoz! Del Cerro Reyes al Casco Antiguo parando en la Soledad" cantaba su murga en el 2008 como reflejo del gesto de tantos y tantos pacenses que paran unos minutos su actividad diaria para saludar a la Patrona de la Ciudad. La Señora lo acompañe en la Gloria y consuele a todos los que los queríamos y estimábamos, muy especialmente a su familia y, de manera particular, a su madre, Soledad.

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