Que el Atleti pierda en el Bernabeu no nos pilla de nuevas. Tampoco que un trencilla se coma un penalti a favor de los colchoneros. Ni tan siquiera que los Ultra Ful copien los cánticos del Frente Atlético con una desfachatez suprema. Lo que si es nuevo es que el eterno rival no pase del empate en este auténtico clásico. Si, no abra usted los ojos, no se lleve las manos a la cabeza... hoy hemos visto dos partidos. Uno de 20 minutos que el equipo de Mourinho ha ganado de calle con dos goles incontestables. Y otro de 70 en el que los colchoneros han dominado aunque no han sabido encontrar el camino que llevaba al fondo de las redes de Casillas. Dos partidos en el que se ha podido ver como se borraban dos equipos. En el primero se ha borrado el de Quique, dejando jugar a placer al rival, cometiendo errores imperdonables en defensa, le ha faltado al Atléti hacerse el sepuku metiéndose dos goles más en propia meta. En el segundo el que se ha borrado ha sido el Madrid que solo (o sólo, según la gramática antigua) ha reaparecido en los dos últimos minutos con un Atlético volcado sobre la meta blanca.
No es consuelo para la parroquia colchonera. Volveremos a ganar algún año, no me cabe duda, pero la de hoy pudiera haber sido una buena oportunidad. Jimmy tendrá su réplica en las botas del Kun, o de Forlán... o de Ibrahima cuando vuelva de su exilio en Soria. O de Benjamín Agüero! Pero la tendrá.
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